sábado, 4 de junio de 2011

Amanece...

Amanece una sonrisa en el alma
pero miles de lágrimas flotan en el aire
y las respiro,
me las trago,
son mías.

Siento un dolor antiguo
que me aprisiona el pecho,
y quisiera escapar
de este mar sin playas,
de esta playa sin mar.

Cómo decir con palabras
que dar comida al sediento
o agua al hambriento
no sirve,
y sólo alarga su agonía.

Cómo contarte...

Pero no lo entenderías!

Voy a recojer los mil pedacitos
de mi ser
y los volveré a unir,
uno a uno,
y tras la tormenta
amanecerá una nueva sonrisa
como un rebelde Arco Iris...

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