jueves, 2 de abril de 2009

Color esperanza


Un momento mágico.
Adormilada y melancólica en el tren hacia Barcelona, iba esta mañana viendo llover en un día gris y desesperanzado, dándole vueltas a la cabeza, para variar...
Cuando ya casi estaba en el limbo entre el sueño profundo y la tristeza profunda, he oído la salutación matinal y educada del único músico ambulante que me gusta en los trenes que cojo habitualmente. Casi siempre canta la misma canción, pero hoy nos ha deleitado con "Color esperanza", en una versión emocionada y cantada con su preciosa voz y su humilde guitarra. En los 3 o 4 minutos que ha durado su interpretación he podido ver cómo se iban transformando los rostros que me rodeaban y a la vez mis ojos parecían más abiertos y mi corazón se abría a un estado de alegría y optimismo impensable unos segundos antes. Cuando ha terminado, se ha despedido amablemente, como siempre, y ha recogido el dinero que le hemos dado casi todos los pasajeros (algo muy poco frecuente)... eso me ha confirmado que no eran imaginaciones mías, que casi todos hemos salido del tren con una amplia sonrisa y la mirada un poco más alta, con la cara pintada "color esperanza". Ese chico sí merecería el sueldo del Ministro de Economía, puesto que sólo con su voz, ha conseguido que todo un vagón de tren crea que se pueden superar las crisis... esté donde esté, puede sentirse orgulloso de la estela que va dejando en este mundo, que sería un poquito mejor si más gente sonriera y se diera los buenos días y escuchara con verdadero interés los problemas ajenos.
Hoy he vivido un momento mágico. Gracias, músico!