martes, 31 de marzo de 2009

Poco tiempo...


Hoy me he dado cuenta de que llevo 5 meses sin escribir aquí, en mi rincón... no sé ni cómo ha podido pasar tanto tiempo.
Hoy tengo que corregir exámenes pero, para una vez en la que he pensado en escribir en el blog, he decidido que corregiré más tarde, y de mejor humor, cosa que seguro que me agradecen los alumnos...
Llevo unos días muy pensativa, y me gustaría traducir en palabras todo lo que me bulle en la cabeza, pero son demasiadas cosas y el intentar racionalizarlas a veces hace que pierdan todo el sentido; así que he decidido escribir aquí una poesía de Pedro Salinas:

¡Qué alegría, vivir sintiéndose vivido! Rendirse a la gran certidumbre, oscuramente, de que otro ser, fuera de mí, muy lejos, me está viviendo. Que cuando los espejos, los espías -azogues, almas cortas-, aseguran que estoy aquí, yo inmóvil, con los ojos cerrados y los labios, negándome al amor de la luz, de la flor y de los nombres, la verdad trasvisible es que camino sin mis pasos, con otros, allá lejos, y allí estoy buscando flores, luces, hablo. Que hay otro ser por el que miro el mundo porque me está queriendo con sus ojos. Que hay otra voz con la que digo cosas no sospechadas por mi gran silencio; y es que también me quiere con su voz. La vida -¡qué transporte ya!-, ignorancia de lo que son mis actos, que ella hace, en que ella vive, doble, suya y mía. Y cuando ella me hable de un cielo oscuro, de un paisaje blanco, recordaré estrellas que no vi, que ella miraba, y nieve que nevaba allá en su cielo. Con la extraña delicia de acordarse de haber tocado lo que no toqué sino con esas manos que no alcanzo.