miércoles, 7 de mayo de 2008

El juego del Ángel

Para los que aún no hayáis empezado a leer el último libro de Carlos Ruiz-Zafón, ahí va el principio, que ya amenaza con engancharnos sin remedio:

"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio."

Se podría aplicar, por supuesto, también a cualquier forma de creación artística... y es inquietante, aunque inherente a la condición humana de aquél que necesita expresar de alguna forma plástica lo que lleva dentro.