miércoles, 2 de enero de 2008
Luces al alba
Luz al fin. Tras días de negatividad y, por qué no decirlo, rabia, he apoyado firmemente el pie en el fondo del pozo y, viendo las sonrisas de mis niños arriba, he empezado un salto ascendente con el que pretendo llevármelos a ellos y a mi Sotomonte a las nubes, dejándonos calentar por el Sol y parando a descansar en la Luna. Mis tesoros son ellos, y quien quiera compartir conmigo esta fortuna que lo haga; quien no, pues se lo pierde.
Quiero alegría a mi alrededor, y sobretodo, alrededor de mis hijos. Estoy cansada de que se me contagie la tristeza que desprenden las noticias y la frustración que desprenden muchas personas.
Ayer, mientras sentía que el cuerpo de mi amado se relajaba bajo mis manos en un masaje nocturno, supe que quería esa paz en toda mi casa, y que voy a intentar que sea así. ¡Siempre he querido sanar con las manos!
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2 comentarios:
Relajación, felicidad, tranquilidad, sonrisas, incluso complicidad, todo eso es lo que veo en la cara de tus hijos, espero que ellos os sepan transmitir a vosotros e incluso a mi, todo eso y mucho mas. El bichejo de atras debe de ser un encanto.
Una vez inundan nuestra casa con sus sonrisas, parece imposible imaginar la vida sin ellos. Son la alegria q nos hace falta en los peores y más terribles momentos.
Besos
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